martes, 20 de noviembre de 2007

Jazmines

Puede decirse que noviembre es el mes de los jazmines, porque se encuentran en el esplendor de su floración.
Gardenia augusta, conocida popularmente como Jazmin del Cabo, es originaria de regiones tropicales y subtropicales de Asia, Africa y Oceanía. Su nombre le fue impuesto en honor al médico norteamericano
A Garden.








Noviembre se llena de perfume con los jazmines florecidos.
Una amiga, Noris, me regaló las dos fotos que siguen y acá estan publicadas.




Aunque son llamados comúnmente jazmines, los verdaderos pertenecen al género "Jasminum". Se trata de vegetales leñosos y de flores sencillas, casi siempre blancas o de matices claros, y notablemente perfumadas. Son plantas de gran valor ornamental, cultivadas en el mundo entero en un total de 200 especies. Cerca de 15 son las que se cultivan en nuestro país, aunque sólo 8 de ellas se comercializan y ninguna es autóctona. El jardín no es el único ámbito donde se lucen los jazmines: también los llevan las novias en sus ramos, los hombres en el jaquet (el jazmín estrella) y aparecen como protagonistas en los más elegantes arreglos florales.

El cultivo

. Son arbustos rústicos.

. Prefieren suelos bien drenados, con un PH ácido a neutro.

. Lo ideal es el pleno sol, aunque también prosperan en semi sombra.

. Soportan las heladas pero no prolongadas.

. Generalmente son resistentes a las enfermedades.

. Su multiplicación es por acodo, gajo o injerto.

Tipos de Jazmines Jazmín del Cabo: Es una planta perenne, su follaje es verde brillante. De crecimiento lento, pero cuando tiene un buen sustrato logra crecer más rápido. Se puede colocar en macetas, previniendo el tamaño final de la planta. En tierra necesita un suelo ácido a base de pinocha, turba y resaca. La ubicación ideal es a media sombra. No tolera temperaturas muy bajas, aunque cuando es una planta adulta soporta las heladas. En ocasiones suele ser atacado por la mosca blanca o la cochinilla, debiendo ser tratado inmediatamente. Se multiplica por acodo aéreo o esqueje.



Noris y flia.: ¡¡GRACIAS!!

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LEYENDA DEL JAZMIN

La princesa tenía un jazmín que vivía con su mismo aliento. Se lo había regalado la luna.

La princesa tenía ocho o nueve años pero nunca la habían dejado salir sola del palacio. Y tampoco la llevaban donde ella quería.

Un día le dijo a su flor:

- Jazmín, yo quiero ir a jugar con la hija del carbonero sin que nadie lo sepa.
- Ve, niña, si así lo quieres. Yo te guardaré la voz mientras vuelves.

La niña salió dando saltos. El carbonero vivía al principio del bosque.

Pronto la Reina echó de menos a su hija y la llamó:

- Margarita, ¿dónde estás?
- Aquí, mamá -dijo el Jazmín imitando la voz de la princesa.

Pasó un rato y la Reina volvió a llamar:

- Margarita, ¿dónde estás?
- Aquí, mamá -contestó el Jazmín.

El principito, hermano de Margarita, llegó del jardín. Era mayor que su hermana y ya cuidaba de ella.

- Mamá ¿no está Margarita?
- Claro que sí hijo.
- Pero su hermano, insistió ¿Dónde?

La Reina llamó a su hija y el jazmín contestó como siempre. El príncipe se dirigió al lugar de donde venía la voz pero no vio a nadie. La Reina repitió la llamada y el jazmín contestó. Pero pudieron comprobar que la niña no estaba, ni allí ni en ninguna parte.

Avisaron al Rey. Vinieron los cortesanos. Llegaron los guardias y los criados. Todo el palacio se puso en movimiento. Había que encontrar a la niña. La gente corría de un lado para otro en medio de la mayor confusión. La Reina lloraba. El Rey se jalaba los cabellos.

La Reina volvió a llamar esperanzada.

- Margarita, ¿dónde estás, hija?
- Aquí, mamá.

Se dieron cuenta de que la voz salía de la flor. El Rey dijo que echaran el jazmín al fuego porque debía estar embrujado; pero la princesa llegó a tiempo para recogerlo.

Su hermano le dijo autoritario:

- ¡Entrega esa flor!
- ¡No la doy! Es mi jazmincito. Me lo regaló la luna. -Y lo apretó contra el pecho.
- Una flor que habla tiene que estar hechizada -dijo un palaciego.
- No se las voy a dar.

El Rey ordenó:

- Quitadle la flor a la fuerza.

Y la niña, rápidamente, se la tragó. El jazmín, no se sabe cómo, se le aposentó en el corazón. Allí lo sentía la niña.
Todos lloraban porque decían que la princesa se había tragado un misterio. Y que vendrían muchos males para ella y al Reino. Pero no. Sólo que, a la Princesa Margarita , se le quedó para toda la vida la voz perfumada.




Las entradas antiguas te llevan a más paginas con flores.


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Estas fotografías pertenecen a Claudia Pioli y están licenciadas bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina.