viernes, 26 de diciembre de 2008

HOJAS

Hoy no subo flores... sólo hojas, porque también son parte del jardín. Del jardín verde y del jardín de la vida...






Como las hojas, todas diferentes en sus formas, tamaños, colores, aspecto, suavidad... así son cada una de las personas que forman parte de nuestra vida, que son necesarias para vivir sumergidos en el fantástico mundo de los afectos. Tod@s tan diferentes y necesari@s,al punto que sería imposible vivir sin una de ell@s. Porque aún cuando nos dejen o se alejen por alguna circunstancia, seguirán presentes en nuestro corazón, en nuestro recuerdo y una cicatriz invisible a los ojos de los demás nos recordará siempre a ese ser que pasó por nuestra vida dejándonos su perfume, su amor, su ilusión, su afecto, su comprensión... o tal vez se llevó todo, pero igual, aún en el dolor, nos dejó una lección de vida que no debemos olvidar jamás.
Les dejo este escrito, cuyo autor desconozco, pero es muy bonito para reflexionar:


EL ÁRBOL DE LOS AFECTOS


Existen personas en la vida que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mientras que otras nos acompañan, apenas, durante un eclipse.
Todas son especiales
Tal vez, con las hojas de un árbol podamos representar a nuestros afectos.
Las primeras hojas son nuestros padres que nos muestran lo que es la vida.
Después, aparecen los hermanos, con quienes dividimos el espacio para que puedan florecer como nosotros.
Luego el camino nos presenta a otras personas.
Algunas de ellas se transforman en amigos del alma, del corazón. También hay de aquellos amigos por un tiempo. Tal vez unas vacaciones, unos días o unas horas. Acostumbran a dejar sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que están cerca.
Tampoco podemos olvidar a los amigos distantes, que vemos de tanto en tanto, que están en las puntas de las ramas, pero que cuando el viento de la vida sopla, siempre aparecen para acompañarnos.
Las estaciones de la vida pasan, el verano se va, el otoño llega y perdemos algunas de nuestras hojas. Nuevas nacerán en otra primavera, y algunas permanecerán por muchas estaciones.
Pero aún las que cayeron, continúan cerca, alimentando nuestra raíz con la alegría de recuerdos de momentos compartidos.
Te deseo a ti, hoja de mi árbol, paz, amor, salud y prosperidad. Hoy y siempre. Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejen nada.
Es lo que otorga sentido a nuestra vida y nos brinda la prueba evidente de que las almas no se encuentran por casualidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ Que tal Claudia? Soy Carmen del blog Plantas y flores. He dado uno de los premios SYMBELMINE a tu blog. Cuando tengas un momento pásate por mi blog y lo verás. Gracias. Un abrazo.
Carmen Pereira

Creative Commons License
Estas fotografías pertenecen a Claudia Pioli y están licenciadas bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina.